Este es un típico ejemplo de una foto que se me presentó por casualidad una tarde de verano paseando por el monte, tenia cámara de fotos de pura casualidad. Así que cogí mi EOS 1000D, de aquella aún utilizaba el pisapapeles (Canon EF-S 18-55), e hice lo que pude. Ya era un poco tarde y la luz empezaba a fallar, así que tuve que utilizar un ISO alto, para que la foto no me saliera movida.
Disparé todas las fotos que pude y con la suerte que la serpiente estaba un poco cansada por el enorme esfuerzo que estaba haciendo para comerse un sapo tan grande, así que tuve un par de minutos antes de que se llevara a su victima con ella para dentro del agujero en el que se iba a dar la merienda.
Después de ese par de minutos la serpiente, que ya estaba cansada de que le hiciera fotos mientras comía, se retiró a su agujero a merendar tranquilamente. Después de esta historia lo que quería decir es que hay muchas veces que la foto se presenta por casualidad y si no tienes la cámara a mano no hay nada que puedas hacer, así que desde aquella vez siempre que paseo por el campo intento llevar la cámara conmigo.